Tras un año para mi cargado de éxitos en el ámbito deportivo, tocaba poner la guinda al pastel a este 2017 disfrutando del premio de correr el IRONMAN WORLD CHAMPIONSHIP. Un premio que, ante todo, quería disfrutar junto a mi pareja @martafrejo, que se lo ha ganado a pulso aguantándome toda la temporada…
Aterrizábamos en Kauai el Viernes 06 octubre, con apenas 1 semana para aclimatarnos y sobre todo vencer al jet lag. Tras un verano durísimo de entrenamientos en solitario, tenía claro que a estas alturas, el trabajo ya estaba hecho y mi estancia en Hawaii era para disfrutar de unas merecidas vacaciones de principio a fin. No había viajado a Hawaii para preocuparme de estrictos entrenamientos, y menos para seguir robando tiempo a mi pareja. Había mucho por descubrir y disfrutar por lo que entrenar pasaba por primera vez este año a ser el último punto de la lista de prioridades. No había tiempo que perder…
El jet lag era un hecho, por lo que cada mañana a las 4-4.30 ya estaba con el ojo abierto, y como no hay mal que por bien no venga, era el momento ideal de hacer una carrerita en ayunas o nadar suave, de manera que para las 7.30 ya estábamos pateando la isla con todo el día por delante.
A diferencia de la mayoría de triatletas que aterrizaban directamente en Kona, nosotros disfrutamos de 4 noches en paz en Kauai al margen del IRONMAN.
Poco a poco crecía en mi la impaciencia por pisar LA MECA y conocer sus lugares emblemáticos, aunque todo llegaría, y a toro pasado, acertamos con nuestro plan de viaje a la perfección.
El martes 10 Octubre llegábamos a Kona. Era el momento de recoger la bici, completar el registro y rodearse de un gran grupo de Españoles para disfrutar de la fiesta del desfile de las naciones. Tras un intensísimo día carado de emociones y sensaciones únicas, volvíamos a nuestra casa (algo apartada del jaleo de Kona) para instalarnos, cenar y montar la cabra!!
Los otros 2 días previos a la carrera los dedicamos a explorar playas, hacer snorkel y disfrutar del ambiente que se vivía en las calles de Kona. Había tiempo para todo, y aun que para afrontar la carrera hubiese sido mejor descansar, no habíamos cruzado medio mundo para echar la siesta o poner los pies en alto.
El tiempo en LA ISLA volaba y llegó la tarde del viernes previo a la carrera. Tras dejar todo en boxes a eso de las 17.00 (menudo espectáculo el circo que montan las marcas durante el check-in), pronto volvimos a casa a ver el atardecer mientras nos relajamos en las hamacas de nuestra terraza. No aparecian los nervios por ningún lado, pues mi conciencia sabia que era una carrera para disfrutar y no habia presión por cumplir unas marcas a rajatabla.
A las 4 de la mañana suena el despertador!! El gran día que tan lejos quedaba por el mes de mayo cuando conseguí el SLOT ha llegado!!! Desayuno siguiendo mi protocolo pre IM mientras preparo mi alimentación para la carrera.
En la entrada de boxes sobre las 5:15 a.m., me separo de Marta y empezamos con el marcaje, pesaje, inflado de rudas, preparación de zona de box,…. Cabe destacar el gran trato por parte de la organización (+ de 2 voluntarios por atleta) durante esta fase y el resto del evento.
Se acerca el momento de la salida de los PROs, y comparto los momentos previos a nuestra salida con varios integrantes del equipo Español. Suena el himno de USA cantado en riguroso directo y tras comenzar las carreras de la Élite, llega nuestro momento. Todos los GGEE encaramos la escalinata para bajar a la arena del muelle y acercarnos a la línea de salida. 20 interminables minutos de espera flotando tras una perfecta línea formada por una veintena de surfistas que terminan con el cañonazo de salida. 3900 metros de nado, siempre rodeado de gente y con golpes a lo largo de toda la natación que completo en 1h08’ (5min peor de lo esperado).
Hago una transición rapidísima de unos 2’ a pesar de lo larga que es y me monto en la cabra de un salto. Nada más subir la primera rampa de Palani Road, me doy cuenta de que el visor del casco va suelto, por lo que tengo que quitarlo y ponerlo nuevamente mientras sigo dando pedales y me calzo las zapatillas. Soluciono estos problemillas y tras 11km de callejeo por Kona, agarro la Queen K y estabilizo el ritmo en 200w aprox. Ritmo que duraría los 50 primeros km, pues es entonces cuando comienza el viento cruzado que me descoloca por completo.
Desde ese punto, me noto sin piernas y no soy capaz de seguir a ese ritmo, por lo que hago el resto de la bici entre 170w y 180w. El viento no cesa y el circuito pica para arriba hasta el punto de giro en Hawii. Mientras tanto, nos cruzamos con la cabeza de carrera y Kinley y Sanders ya han dado un estacazo descolgando a Frodo y compañía. Me siento afortunado por poder ver esos instantes la carrera en directo!!
La vuelta es con terreno más favorable, pero plagada de infinitos toboganes y bajadas que se complican con ese terrible viento cruzado. El calor y la humedad no dan tregua, por lo que los avituallamientos los aprovecho para refrescarme e hidratarme como es debido. Se hace duro pero los km van cayendo y nos vamos acercando a Kona. Los avituallamientos son larguísimos, muy bien organizados y con bebida fresca, por lo que el calor se combate más fácilmente.
Llego a T2 muy entero, con un parcial de 5h18’ y 170w medios pero con cierto mal sabor de boca, puesto que esperaba rondar las 5h y 200w medios como es habitual en mí. Sin embargo, me bajo de la bici con muchísima energía y ganas para afrontar la maratón, mi parte favorita y donde tego idea de disfrutar de principio a fin.
Tras dejar la bici en manos de un voluntario y rodear todo el Pier, me calzo las zapatillas rápidamente y en menos de 3′ estoy abandonando la T2.
Comienzo la maratón cuando más calienta, con una primera rampa plagada de pintadas y un ambiente indescriptible que te emociona y te da alas para el resto de la carrera. Pronto veo a Marta, a quien esperaba ansioso para esa inyección de energía y moral que solo ella me sabe transmitir. En esta ocasión, me da la clave para LA MARATON, “Cariño, mantén la cabeza siempre fresca!! Y no lo olvides, DISFRUTA, QUE ESTAS EN HAWAII !!” Me emociono solo de recordarlo, porque me repetí esa frase durante toda la maratón cada vez que el calor o las numerosas cuestas intentaban ponérmelo difícil.
Primeros 15 km por Alii Drive a ritmo de 4’20”/km, con muchísima animación. Para mi muy fáciles mentalmente por la cantidad de gente que abarrotaba la calle y la fiesta que era estar corriendo por allí. Música a tope en las terrazas de los bares, gente con mangueras refescandote,….
El km16 ya era otro cantar. 800metros de rampa al 10-12% “THIS IS PALANI ROAD” que aguanté corriendo sin echar a andar. Nuevamente allí estaba Marta para empujarme a afrontar otros 24km en los que no volvería a verla, a ella ni a nadie, puesto que ya salíamos a la Queen k uy no volveríamos a Kona hasta el km40.
Si antes hacía calor, imaginaros lo que es correr por el asfalto negro de la autovía a las 3.00 de la tarde con un cielo completamente azul… La sensación térmica era brutal, y aquella carretera no tenía ni un tramo llano. Era una sucesión de toboganes de 1 y 2km hasta llegar al mitico Energy Lab.
Alli, el calor aún era mayor, pero CLIFBAR repartía unas esponjas XXL empapadas en agua helada que me alegraron el resto de la carrera. Aquello era una bendición!!! Lástima que en el siguiente km, en el avituallamiento personalizado perdieron mi bolsa con mis 4 geles de 226ers y tuve que apañármelas para hacer los últimos 16km de la maratón agarrando cualquier cosa que pillaba: gominolas, diversos geles,…. Como anécdota, me dieron un botecito con una asquerosa pócima picante que me amargó 2km, produciéndome varias arcadas hasta que tomé el siguiente gel. No fui el único que la tomó!! A esas alturas de carrera te bebes cualquier cosa que te dan!!
Los últimos 15km, ya volviendo a Kona me veo muy entero y los hago con una sonrisa de oreja a oreja, visualizando la llegada y recordando todo el trabajo que me ha costado llegar hasta donde estoy en esos momentos. Aumento el ritmo progresivamente y voy adelantando a muchísima gente que sufre por completar la maratón. En la última rampa de 1km Atravieso un pasillo humano formado en la Queen k celebrando la entrada de los corredores en Kona y bajo Palani Road a un ritmo increíble. Es entonces cuando veo nuevamente a Marta 2km antes de meta y con muchísima emoción nos decimos que nos vemos en meta!!
Últimos 2km saboreando cada segundo, cada zancada y cada imagen que se graban en mi retina hasta que por fin piso la alfombra roja!!! Ahora si, brazos en alto atravesando el pasillo de banderas de todo el mundo, saludando a todos los espectadores y agradeciendoles el apoyo con «EL GESTO» y culminando la carrera con «EL BESO» de siempre, pero en un entorno inolvidable!!! Culmino la maratón en 3h15′ haciendo uno de los mejores parciales de mi categoria!!!
Y finalmente cruzo la meta en 9h48’ y disfruto de lo que hemos conseguido!!!
2 voluntaris me colocan el collar hawaiiano, una toalla y me acompañan abrazados a recoger mi medalla y alimentarme en la zona de postmeta.
Esto no acaba aquí!!!
Kona, I’ll see you son!!!
Dar las gracias a mis Patrocinadores y colaboradores por todo el apoyo recibido para cumplir este sueño: