Como cada mañana de competición, el despertador sonó más temprano de lo normal. En la mayoría de las ocasiones, es la hora del desayuno la que marca el camino, pero en muchas otras, los preparativos y el desplazamiento hasta la linea de salida son el factor influyente.
En esta ocasión, el despertador saltó a las 7.00 a.m. A pesar de que la carrera era a las 11.00 a.m. , había que conducir hasta Bilbao y posteriormente tomar el cercanías para llegar a la linea de salida situada en Santurtzi.
A las 10.00 a.m. llegamos al lugar de la recogida de dorsales y una vez asignados estos, disponíamos de 30 min. libres hasta la hora de calentar, por lo que decidimos echar un cafelito en le bar mas cercano.
El tiempo no acompañaba durante la hora previa a la carrera y debíamos dejar todas nuestras pertenencias en un camión que las llevaría hasta la linea de meta, por lo que el calentamiento sería corto e intenso para no quedarse frío y salir a ritmo fuerte desde el pistoletazo inicial.
Cinco minutos antes de las 11, me separo de mis compañeros para buscar cada uno su punto de partida. En mi caso, me adentro como puedo hasta alcanzar la segunda linea, respetando a la primera linea de corredores, todos ellos profesionales, que compiten en otra liga…
La estrategia en mi cabeza es clara; mantener un ritmo fuerte y constante de 3’30» – 3’35″/km, controlando en todo momento el ritmo de la carrera y llevando las ppm estables.
Con el bocinazo de salida pronto la cabeza de carrera se dispersa y tras el primer giro de 180º situado a 500m, comienza una pendiente constante mantenida del 3% durante los siguientes 1000m – 1500m. Aquí es donde se empiezan a formar los diferentes grupos de cabeza, y yo, a pesar de que el ritmo es superior al ritmo objetivo, me sitúo en un grupo de unos 10-12 corredores que marchan a ritmo de 3’20»-3’25″/km.
Los primeros km son los mas difíciles puesto que el ritmo es muy variable, pero me agarro al grupo ya que a partir del km 3 la pendiente se invierte hasta recuperar nuevamente el nivel que habíamos ganado. Marcho en medio del grupo, siguiendo la estela de los de delante y estabilizando mi FC entorno a 172ppm a ritmo de 3’27″km. Voy cómodo y con la respiración muy bien acompasada, por lo que los km pasan rápidos y sin problemas.
A partir del km 5, empiezan a descolgarse los débiles del grupo delantero para juntarse al nuestro y de igual manera los de nuestro grupo para bajar al siguiente. De aquí en adelante, el circuito es prácticamente llano, salvo los kms finales. Los diferentes integrantes de mi grupo van mostrando sus mejores bazas, intentando dar hachazos cada 500-600m para ir descolgando gente. Esto funciona con algunos de los presentes, pues en el paso por el km 10 (34:45) quedamos 5-6 corredores nada mas.
Llegando al km 12, entramos en el bidegorri de Olabeaga, y empiezan los primeros ataques serios del grupo de 6. Tanto es así que, al paso por el km14, Palacio de Euskalduna, ya estamos 4 y marchamos en fila estirada de 1.
A falta de 1km comienza una subida de 500-600m de pendiente constante donde uno de los integrantes del grupo Iban Buceta (Gaikar Kirolak ) ataca. Mientras el resto se quedan clavados, yo salgo detrás suyo durante los primeros 100m y al ver que tengo incluso mas ritmo que el en la piernas, le adelanto, dejando atrás a todo el grupo e incrementando el ritmo para sacarles 200m en meta, haciendo un ultimo km a 3’22».
Finalmente, entro en meta en el puesto 36 con un Tiempo Final de 54’39» (Ritmo medio 3’27″/km), muy satisfecho con mi rendimiento y con mi lectura de la carrera.
A falta de 3 semanas para La Media Maratón de Vitoria, las sensaciones y los ritmos son los apropiados para intentar cruzar la meta en 1h13′ el próximo 17/12/2017.
Como siempre, dar las gracias a mis colaboradores por todo el apoyo:
ironman dream 